viernes, 12 de noviembre de 2010

si tiene que pasar pasará

¿Nunca fueron a la playa cuando eran chiquitos, agarraron un puñado de arena y abrieron los dedos para dejarla pasar entre ellos?

ESA sensación, con el tiempo se ha ido repitiendo. 
Te quiero, me importas, intento demostrártelo, pero no basta. Te vas, me ilusionas y yo me quedo con mi puñado de arena en la mano. Como no te decides, mi impaciencia va creciendo y con ella, mi mano se va abriendo, sin prisa pero sin pausa... 
A medida que pasan las horas y los días mis dedos ceden a mis nervios y se separan, se siguen separando mientras la arena no para de deslizarse entre los dedos. Esa sensación de que algo se te escapa pero no podes hacer nada para evitarlo, podes agarrar otro puñado de arena, pero ya perdiste el que te importaba. 
Eso es lo que siento yo, eres mi puñado de arena, te me vas y yo no puedo hacer nada... ¿por qué? por miedo, por miedo a ser entrometida y pesada, a que pienses que te manipulo o que creas que para mí sólo eres un juego. 

Llevo días con el puño cerrado, intentando que la arena no se escape, pero mis dedos han empezado a ceder... y me parece que la arena no va a volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario